Imagen corporativa, más allá de la vestimenta.

 Elaborado por:  Praxis Asesores.


Tu forma de vestir, hablar y actuar genera una opinión sobre tu persona, esa opinión influye directamente en la aceptación, confianza y apoyo que te brindarán. 

Cuando llega a la oficina su presencia es claramente notoria, las miradas de los presentes no resisten seguir todo su trayecto hasta su escritorio, mientras tanto, alguien o varios ya se levantaron de su lugar para tratar de conversar con él o ella sobre el trabajo, pedirle un consejo o simplemente algo irrelevante.

Todo el mundo disfruta estar con esta clase de líder, pero no fue nada fácil llegar a este punto para él o para ella.

La mayoría de estos líderes no nacieron siendo como son actualmente, tuvieron un amplio desarrollo, un entrenamiento específico o una guía que los preparó constantemente.


¿Cuáles fueron estos pasos previos que los convirtieron en líderes “magnéticos” o “pegajosos”? Estas son algunas de las mejores prácticas que puedes seguir para empezar a liderar de esta forma a tu equipo.


1. Pon a tus empleados en primer lugar


Este líder se gana a su gente y a muchos más poniendo los intereses de los empleados antes que los suyos. Claro, todo esto enfocado en los asuntos de oficina.


Por ejemplo, puede encontrarse dentro de tus intenciones participar con tu equipo en un proyecto dentro de la empresa; piensas que esto sería una gran oportunidad para todos, pero los integrantes están metidos en otras cosas igual de importantes y no tendrían tiempo para algo nuevo.


Deja pasarlo, no puedes quemar a los empleados. Necesitan ciertos descansos. Siempre habrá otras oportunidades para destacar como equipo, incluso con cosas pequeñas.


2. Ir al “ring” por tus empleados


Siempre es incómodo mencionarle a otro superior que reconsidere una nueva organización en la que se ve implicado tu equipo (despidos, cambios de áreas, etc.) y que ha estado discutiendo contigo, ya que tal vez no es el plan correcto en este momento porque has tenido tiempo para pensarlo.


Sé valiente y afronta tus decisiones. Deja ver a tu superior que has tenido un cambio de corazonada. Explica con fundamento este porqué. Prepárate con anterioridad para ofrecer soluciones alternativas.


Con el tiempo, tu equipo se dará cuenta de que tuviste el coraje para “seguir a flote” mientras que otros ya se habían resignado.


3. Aprende a gestionar hacia arriba


Este punto trata sobre aprender a desarrollar relaciones sólidas con las personas que están arriba de ti en el escalafón de la empresa, principalmente, y también con todos los demás, para que tu gente pueda obtener los recursos que necesitan para llevar a cabo su trabajo correctamente.


En toda organización existen personas que de algún modo es capaz de conseguir lo que necesitan, mientras que la mayoría aguarda en las líneas laterales.


Estos líderes se han encargado de construir relaciones fuertes y de quedarse con los mejores talentos en su equipo.


4. Hazte visible y accesible


Los líderes magnéticos son visibles tanto dentro como fuera de la organización. Por ejemplo, participa en una asociación relacionada con tu carrera o trabajo. Siempre que sea posible toma un paso adelante y ofrécete para llevar una posición de liderazgo.


Vas a ser visto como un superior en tu campo en función de tu afiliación. No te sorprendas si otros vienen a ti buscando consejo o una posición en tu equipo.


5. Trata a las personas como te gustaría ser tratado


Pareciera obvio pero en situaciones adversas las personas suelen actuar de formas muy extrañas. En este punto pueden confluir circunstancias tanto profesionales como personales de los integrantes del equipo. Mostrar tu lado humano significa que eres empático con tu personal, ya sea con sus pensamientos y sus sentimientos.


Los líderes “magnéticos” son muy valorados por sus organizaciones y son compensados en consecuencia.


fuente: quiminet.com